Hidalgo es un territorio multicolor y de diversas texturas; un espacio sorprendente por su biodiversidad, la cual da forma a escenarios fascinantes y conmovedores. En palabras más sencillas diremos que el estado de Hidalgo es una síntesis, el espejo de un país diverso y rico en contrastes, con una profunda y magnífica cultura.
Es una entidad de la República Mexicana que debe conocerse muy despacio para disfrutar plenamente de las riquezas que guarda. En el mapa de México, Hidalgo está prácticamente en el centro. Se erigió como entidad federativa el 16 de enero de 1869 por decreto del Presidente Benito Juárez. La ciudad de Pachuca, su capital, está a tan sólo 45 minutos al norte del Distrito Federal.
A partir de ahí se extiende un territorio heterogéneo: nuestras montañas altas están pobladas de bosques de coníferas, especialmente de pino y oyamel; el altiplano extenso es una alfombra que cambia sus colores a lo largo del año conforme madura la siembra de cebada.
Tenemos también un desierto sorprendente; nuestra región Huasteca es el prototipo tropical y estamos literalmente inundados de lagos, lagunas, presas, ríos y cascadas con escenarios encantadores.
El patrimonio cultural que posee la entidad nos ilustra todas las épocas de la vida mexicana como el imperio Tolteca con su capital Tula; las duras jornadas de la evangelización y el levantamiento de 21 conventos del siglo XVI que construyeron las órdenes de frailes Franciscanos y Agustinos; la herencia minera del virreinato y los años independientes o el sabor de la hacienda rural con todo el estilo de la vida asociada a la charrería y al ambiente campirano nacional.
Pero la mayor riqueza de Hidalgo radica por supuesto en el extraordinario pueblo que lo habita. La esencia de la población hidalguense es la mezcla muy afortunada de culturas diversas, de la aportación e ilustración de personas sensibles que han dejado en nuestra tierra un patrimonio artístico único.
En el nuevo milenio Hidalgo se moderniza y hace crecer su infraestructura de servicios para recibir a sus visitantes y ofrecer al público un catálogo variado y atractivo, con los diversos productos turísticos que se han desarrollado mediante gran imaginación y el rigor de la calidad como una característica totalmente esencial.
GASTRONOMÍA
“En Hidalgo hay tantos platillos como regiones, una para cada gusto delicado”
La cocina tradicional del estado de Hidalgo tiene como una de sus características fundamentales el uso de técnicas artesanales, un balance impecable en sus condimentos, la presencia de productos exóticos y el sazón perfecto como talento personal de sus cocineras. Cada una de las regiones posee productos característicos que hacen armonía con su entorno natural y su esencia cultural de tal manera que en las zonas mineras se heredó la tradición inglesa de los pastes, en el altiplano y el Valle del Mezquital se hace barbacoa con la antigua costumbre del horno de tierra y piedras incandescentes, mientras que en la zona Huasteca se saborea el zacahuil, un enorme tamal enchilado envuelto en hojas de plátano. Los sabores y los aromas de la comida hidalguense te hacen saber que la mesa está siempre lista para recibirte.
PASTES, PACHUCA Y REAL DEL MONTE
Es una deliciosa empanada cuya base es harina de trigo con un relleno que resulta de una combinación con carne de res finamente picada, poro, papa y perejil. Es una herencia de las costumbres británicas arraigada gracias a los mineros ingleses que trabajaron en las regiones de Pachuca y Real del Monte. Ver más
BARBACOA, VALLE DEL MEZQUITAL
La auténtica barbacoa de carnero se sigue haciendo con base en la tradición y materiales desde hace más de tres siglos y su característica fundamental es el horno en la tierra. En el Valle del Mezquital y particularmente en la Ciudad de Actopan así como en amplias zonas del Altiplano hidalguense en donde abunda otra de las materias primas que son las pencas de maguey, es el sitio en el que se creó este platillo exquisito y emblemático de Hidalgo. Ver más
MIXIOTES, ALTIPLANO HIDALGUENSE
Las pencas de maguey están cubiertas de una película muy resistente; se trata de hoja blanca natural que se ha utilizado desde tiempos ancestrales para cocinar porciones personales de carnero, pollo o conejo adobado. El mixiote es un guisado con el toque de la cocina casera en donde el sabor especial que logra el platillo se deriva de la esencia impregnada de la hoja de maguey. Ver más
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